CLASE N12
REFLEXIÓN: CARTA 2070
TEMA : EL SISTEMA FINANCIERO DE COLOMBIA
LOGRO:Analiza los principales sistemas financieros de Colombia como elementos que conforman
la productividad de una empresa
ACTIVIDAD
- ¿Que es una cuenta corriente o de ahorros?
- ¿cual es la diferencia ente un cdt y un cdat?
- ¿Qué es un crédito?
- ¿Qué es arrendamiento financiero o leasing.?
- ¿Cuál es la diferencia entre un banco y una cooperativa de ahorro y
- crédito?
LECTURA COMPLEMENTARIA
¿La revolución digital le llegó a la banca colombiana?
¿La revolución digital le llegó a la banca colombiana?
La transformación digital es uno de los
nuevos mantras para el sector financiero colombiano. Los desafíos que imponen,
no solo la revolución tecnológica sino también los cambios de cultura entre los
usuarios, han obligado a los bancos a ponerse las pilas. Así lo están haciendo.
La transformación digital llegó
a la banca colombiana. Así lo ponen en evidencia los procesos que vienen
desarrollando los más importantes bancos colombianos: el Grupo Bolívar, Bancolombia, el
Grupo Aval, Scotiabank Colpatria y muchos otros que ya entendieron que no
tienen mucho futuro si no se meten de lleno en la revolución tecnológica.
Son profundos los cambios que
se vienen presentando, pues los retos son enormes: la aparición de las nuevas
tecnologías de la información y las telecomunicaciones no solo le ponen el
acelerador al ritmo de los negocios; también implican enormes cambios
culturales, pues las personas cada vez más están utilizando sus aparatos de
comunicación para resolver otros asuntos de la vida diaria, como, por ejemplo,
hacer las “vueltas del banco”.
Eso implica para las entidades
financieras inversiones gigantescas en la estrategia digital, así como un
cambio de cultura al interior de las organizaciones. En general estos nuevos
productos están resolviendo lo que ellos llaman puntos de dolor de los
clientes: las largas filas, el dispendioso llenado de formularios, los largos
tiempos de respuesta, que eran las experiencias negativas de todos los usuarios
a la hora de ir a una oficina bancaria, ahora desaparecen.
Hoy una cuenta de
ahorros o una tarjeta de crédito se emiten en cinco minutos y las respuestas
para los créditos son prácticamente inmediatas.
Actualmente trabajan en esta
entidad en un proyecto para acelerar el estudio de créditos hipotecarios, pues
en estos casos entre la preaprobación y el desembolso final podrían pasar hasta
seis meses. Para mejorar este indicador se va a utilizar tecnología de
blockchain, con el fin de que se pueda dar un preaprobado inmediato y un
aprobado definitivo antes de 24 horas. La idea es lograr conectarse con todos
los actores del proceso, porque en muchos casos las demoras no son atribuibles
al banco mismo: también están en las oficinas de registro, las notarías y los
avaluadores.
La prueba del compromiso con
este proceso es la meta que tienen para 2019: que todos los productos ofrecidos
a personas naturales queden completamente digitalizados en todos los bancos.
Así que lo que les queda por delante es trabajo. el proyecto implica también
generar un ecosistema que promueva la digitalización. Por eso trabajan de la
mano con agentes externos como startups, la Superintendencia Financiera, las
universidades y agentes internacionales como IBM, SAP, Google, Paypal y
Whatsapp. “Necesitamos
hablar con todos los actores que resultan relevantes para nuestros clientes”,
señala.
LA REVOLUCIÓN 4.0 GENERA OPORTUNIDADES TAMBIÉN EN
LA BANCA Y VAMOS A POR ELLAS”
-La
innovación es un concepto que tiene mucho arraigo y mucha potencia en el sector
financiero desde hace muchos años. Si se piensa como trabaja ahora la banca,
como nos relacionamos ahora con los clientes, con como voy a irme lejos, lo
hacíamos hace 40 años, la relación no tiene absolutamente nada que ver. Hemos
transformado mucho a base de trabajo y en esto hay siempre una innovación por
detrás. Sin embargo es ahora cuando se crea un
departamento de innovación en los bancos.
-Es
verdad, pero el hecho de que exista ahora en el área que yo dirijo el concepto
de innovación es transversal en toda la organización y cada uno en su función,
en su área, tiene integrado el concepto. Es cierto que al área de Canales le
hemos pegado el concepto de Innovación, porque en este momento de la industria
4.0, de avance tecnológico, hay un reto concreto y específico en el campo de la
digitalización. Hemos pegado la palabra Innovación pero para nada tenemos la
exclusiva de la innovación. Solo faltaría y además sería malo que fuera así,
porque cada función en sí misma tiene sus propios retos en cuanto a innovación
e incorporación de las últimas tecnologías y todo lo que aporte avances para el
conjunto del trabajo.
¿El salto digital es más ambicioso y profundo
que la revolución que supusieron las tarjetas?
-Claro.
Pensando hace unos días en esta cuestión, en los años 70, el teleproceso, la
introducción de los ordenadores en el negocio, fue un cambio muy grande.
¿Aquello fue un cambio menor o mayor que el de ahora? No lo sé, no se ve en el
momento. Cuando salieron las primeras tarjetas eso fue una gran evolución, que
después, echando la vista atrás, se ve que fue una auténtica revolución. Pero
las cosas se hacen de forma paulatina, en tiempos más o menos cortos, porque
todo no tiene los mismos tiempos de maduración... Lo que está claro es que en
este caso es una evolución rápida, porque la digitalización
¿Llegará un momento en que haya clientes que
se cambian de banco porque tienen mayores opciones de negocio ‘online’?
-Bueno, en
nuestro sector hay un aspecto que es crítico para la relación entre cliente y
entidad, que es la confianza. Bien es verdad que a esa confianza tenemos que
añadirle la comodidad en la relación. Hay que conseguir que los clientes, en
esa evolución que están teniendo en sus ámbitos sociales, también puedan
agilizar su relación con banca desde cualquier dispositivo y ubicación. Pero
nunca olvidemos que tenemos la confianza del cliente, que es algo que no tiene
cualquiera, por lo tanto si hay confianza no es muy probable que alguien se
vaya a hacer aventuras simplemente por comodidad. Eso no quiere decir, y lo
estamos haciendo, que no vayamos a tener todas las soluciones que el cliente
necesita y quiere para que esa relación basada en la confianza la podamos tener
también desde la distancia con métodos cómodos, a golpe de click, etcétera.
¿Se está venciendo la resistencia de los
clientes de más edad a realizar compras y operaciones por Internet?
-La
variable edad es muy importante en la incorporación al mundo digital.
Obviamente en las personas de 30 años en general, comparativamente con las
personas de 70, el nivel de uso de las nuevas tecnologías es diferente. Ahora
bien, no es solo la gente de 30 años la que utiliza Internet, porque la
velocidad de incorporación de las personas, vamos a decir mayores, es muy
rápido. En el segmento de entre 60 y 70 años también es elevado el porcentaje
de personas que están comprando por Internet y en general tienen más tiempo
para hacerlo. Lo mismo ocurre con la banca móvil, el número de operaciones en
esa franja de edad es importantísima. Los de 30, los milennials, los nativos
digitales, lo utilizan más, pero al final la incorporación es global. Lo vemos
claramente en el importantísimo número de clientes de edades de más de 60 años
que ya no usan la oficina en su operativa diaria. Cada vez hay más.
¿Están calando los nuevos productos
digitales entre los clientes?
Tenemos
clientes con perfiles diferentes. Hay algunos que están esperando que saquemos
cosas para adoptarlas al día siguiente y el resto se va incorporando poco a
poco, pero en general hay una gran aceptación a los nuevos productos que
ofrecemos.
